Poca convocatoria, y no se
acordaron del Verde Ecologista.
*Menos de setecientos
asistentes, gran parte interesados en dádivas.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. Poco
poder de convocatoria, y un olvido total de su aliado el Partido Verde
Ecologista de México caracterizaron el evento de Tarek Abdalá.
Menos de setecientas personas, gran parte
más interesados en las dádivas que en lo que dijera el candidato del Partido
Revolucionario Institucional, acudieron al parque de esta ciudad para el último
acto local en la campaña del abanderado tricolor.
Abdalá Saad habló a los que quisieron
escucharle, para agradecer con la cortesía que le caracteriza y muy
atentamente, tanto a quienes le ayudaron en esta campaña, como a su señor
padre, su señora esposa y algunos amigos. Incluso mencionó a algún antepasado
no muy bien recordado en esta ciudad.
Aparte de los agradecimientos, como
siempre insistió en que “somos de aquí”, argumentó un “amor por mi tierra” y
llamó al alcalde “mi paisano Nelson”. Informó que en campaña, caminó
novecientos veinte kilómetros, si bien cabe mencionar que le vimos recorrer
casa por casa.
Ni él, ni los otros oradores se acordaron
del pariente pobre Partido Verde Ecologista, ni de su dirigente local Juan
Carlos Pérez Corona, quien debió estar en el presídium, y fue el gran ausente.
Desde antes de que acto empezara con el
tradicional retraso político en Tres Valles, mujeres a bordo de camionetas
repartían paraguas, bolsas de distintos tipos, playeras, gorras y otros objetos
destinados a fomentar un priísmo aunque fuera rudimentario en la concurrencia.
Hasta un centroamericano que llegó pidiendo
apoyo para algo indefinido alcanzó gorra y playera rojas, entregadas a
condición de que inmediatamente se las pusiera.
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