La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
Del partido que no anda a
la greña.
Por Manuel Ábrego.
Hay muchas facciones priístas aquí en Tres
Valles. Hay dos o tres estilos diferentes en el PAN también aquí. Hay muchas
corrientes en el PRD. Corrientes políticas, no señoras, aclaro.
Pero hay un instituto político que no
pelea, no anda a la greña, siempre marcha de acuerdo y aunque es electorero
exclusivamente en Tres Valles, ya tiene su estructura electoral así sea para
hacer mal obra a los partidos serios. Suena raro, ya tiene quién cuide
casillas. Es el Partido del Trabajo.
Otro insepulto político, ahora está como
decía la canción de La Llorona: “hay muertos que no hacen ruido y es más grande
su penar”. Pocos conocen a su representante, que lo tiene, y sin filosofía
política, pero al menos dará la mano a los que quieren poner en ridículo al
Revolucionario Institucional.
¡Ah!, porque si llegara a ganar el PRI,
que lo hiciera por cinco o seis mil votos en el Distrito XVII sería denigrante
para ese partido, y si como vemos las cosas, gana otro cualquiera por ejemplo,
en Los Naranjos, pocos serán los rojos que se la acaben.
Mejor
decir los tricolores, que el PT está pintado de
rojo, y luego vienen las reclamaciones. El PT es navegante, pero de a
muertito. No hace mítines, no visita más casas que las de los interesados, no
reparte ni saludos y no es como algunos políticos, prometer hasta meter. Meter
votos, por supuesto.
Pero está en Tres Valles, y seguro que el
Día de las Chamacas Descuidadas sus representantes electorales aparecerán en
las casillas y dirán como dicen los gorrones, “aquí estamos, nos invitó a la
fiesta un señor que es hermano de un licenciado que es amigo del dirigente”.
¿Porqué el Día de las Chamacas Descuidadas?
Por ser domingo siete. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al
ritmo de: “Si alguien viene a votar, por el PT por aquí, / vengan todos a
votar, al fin que es contra el PRI”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario