La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
De la falta de
información.
Por Manuel Ábrego.
Pues resulta que por la reciente
contingencia meteorológica ocurrida a nuestros hermanos de Tierra Blanca, se
pospusieron los Juegos del INAPAM que
ahí se iban a efectuar.
Tentativamente serán el diecisiete y
dieciocho de julio. Pero a la hora de cerrar esta edición, ningún senecto tenía
aviso oficial de la encargada de la institución en Tres Valles, a menos que
hubieran ido a la oficina a preguntar.
Abuelitos atléticos y abuelitas danzoneras
tomaron vitaminas, medicinas para las reumas, se abstuvieron de sus gustos,
entrenaron, se acostaban temprano, para hace unos días almorzarse con el
chisme, porque no fue comunicación sino que pasó de boca en boca, de que había
que esperar.
Los que son medio neurasténicos,
repelaron, por lo que corren el riesgo de quedarse re-pelones. Los más,
afrontaron el retraso informativo oficial con la filosofía que dan los años, si bien
desilusionados, pues ni las vitaminas son eternas, ni las abstenciones son
duraderas.
Si a lo anterior le agregamos que el Ayuntamiento
poco da para esos eventos, tenemos el paquete completo de la derrota. No falta
quien le rece a San Beto de la Actividad Física, a ver si le hace el milagro de
ayudarle a llegar a Tierra Blanca.
Todo para poner el nombre de Tres Valles
tan alto como lo puede hacer un abuelito. ¡En la torre!, dijo el buitre y
siguió bailando, pero al ritmo de: “Podrías correr, pero no corres por mi gusto
simplemente. / Si te juré no correrás, puedes creerme. / Que el INAPAM lo que
promete, ha de ser”.
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