viernes, 5 de junio de 2015

La piedra en el zapato. Del día de los comicios.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
Del día de los comicios.
Por Manuel Ábrego.
   El día de los comicios no se acerca, para algunos tarda una eternidad, para otros llega de golpe aunque hayan pasado siglos esperándolo.
   La noche anterior, si es usted de los que dejan todo para la última hora, vea con la mente lo que es el País y lo que usted quiere que sea. Con un voto consciente usted puede cambiar a la Patria, que es la que nos interesa que cambie para bien.
   La Humanidad no va a cambiar. Su perro lo seguirá queriendo como siempre, si su cónyuge es fiel, lo seguirá siendo, si es infiel, lo seguirá cornamentando, no se impresione por las presiones familiares a la hora de votar y mucho menos por las de los compadres, jefes, amigos y demás.
     No lleve artículos con emblemas de partidos políticos, y no se sienta comprometido con un partido sólo porque le dieron un artículo de los mencionados. Hay partidos articuleros que con nuestro dinero nos dan artículos, así que, cuidado.
   Si ocultos en el mercado, un templo, cualquier local, encuentra gentes que le quieran comprar su credencial de elector, no se deje deslumbrar. Lo que le den, lo perderá usted cada mes o incluso cada día, con los aumentos al costo de la vida o con las devaluaciones.
    Digámoslo usando palabras como las que usaban los antiguos, “pollo para ahora, plumas para mañana”. Usted ahora podrá comer pollo, mañana sus hijos comerán plumas. Razone su voto. Denuncie a los compradores de credenciales.
    Usted como buen ciudadano votará, pero analice desde antes la forma de hacerlo. Llegue temprano a la casilla, tómese con anticipación sus medicinas de la presión, diabetes, reumas, pero no las de la disfunción sexual.
    Si es posible, no lleve niñitos muy chicos, o túrnese con algún familiar para cuidarlos y no tenerlos en la fila. Lleve lo que necesiten en un caso dado: pañales, biberones, etc.
    No se deje espantar por aquellos que le digan que si no vota por equis partido se acabará el mundo, perderá la selección Mexicana de Futbol o se acabarán los programas sociales. Tampoco serán el Apocalipsis ni la Batalla de Armagedón.
      Usted es un ciudadano libre, por lógica, mayor de edad, así que no se vaya con la corriente. Nada de que porque el maestro, el licenciado, el doctor, el señor Don Genial o la señora Doña Fregonia votaron por alguien, lo va usted a hacer. Al votar libremente el elector usa un Derecho y reafirma su libertad.
     ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “La elección, pronto llegará, / y yo  votaré, tú legislarás”.

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