No se dan por vencidos
tresvallenses con discapacidades.
*”En vez de ir a Palacio a
pedir ayuda que no llega, mejor trabajo”, dijo uno.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. No se
dan por vencidos tresvallenses con discapacidades pero con valor y ganas de ser
útiles.
“En vez de ir a Palacio a pedir una ayuda
que no llega, mejor trabajo”, dijo Enrique Contreras Rivero, atropellado
mientras circulaba en su motocicleta por el auto de influyente licenciado, en su
decir.
“Me pegó un licenciado Piñero, no le
hicieron nada y nunca me han cubierto la totalidad de los gastos ocasionados”,
manifestó Contreras Rivero, mientras jala un carrito con una cubeta en la que
lleva las patitas y cueritos curtidos de cerdo con que se ayuda.
A la espera de un milagro o de un acto de
valor cívico junto con una muestra de hombría de quien le agravió, que le
permita recuperar las facultades perdidas, Enrique sigue su venta en estos días
de crisis.
Como él, hay una persona que le falta la
pierna derecha, y se coloca a un lado de la empresa sita en la esquina de
Boulevard Álvaro Obregón y calle Hidalgo a vender artesanías para tener algo
que echarse a la boca.
Ya se dio hace años el caso de un
tocinero, Tito Malfavón, que perdiera un brazo en un accidente automotriz, y
aún así se ha ganado la vida comprando porcinos para posteriormente
procesarlos.
Conocidísimo es el caso de los invidentes
Feliciano Elvira Castro y otro buen músico, Francisco, que con diversos instrumentos
musicales llevan a su casa lo necesario para mantener una familia, incluso
trabajando para el Ayuntamiento o dando clases de música.
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