La piedra en el zapato.
De los letreros.
Por Manuel Ábrego.
No todo en la vida tresvallense ha de ser
política, a pesar de que estemos inmersos, regidos por la política. El simple
hecho de decir que se es apolítico, ya es política.
Pero vale la pena descansar un ratito de la
grilla, y reírse de nosotros mismos, al fin y al cabo tenemos de diez a cien
años para hacer polaca. Y con el fin de divagar la mente, hablemos de letreros,
pero no de ésos que el INE prohibió para
hacer campaña. No.
Son rótulos que hacen pensar, y uno de los
pensamientos es que a veces la ortografía, la presentación y otras cualidades
pueden cambiar el sentido de la forma, y como la forma es fondo, pues…
Les presento dos que hay en la entrada del
DIF municipal, que me hacen pensar si la amiga Faride Cano estará de acuerdo en
la manera en que se presentaron.
Uno, habla de “Los niños vulnerables”, y me
pongo a pensar si habrá niños “invulnerables”,
a quienes no les afectan las balas, los microbios, el hambre, o más aún,
el bullying.
El otro expone que hay venta de malteadas
y en un segundo párrafo, de “mujeres en general”. Como soy viudo solitario, de
inmediato pensé en comprar una, y hasta escogí una secretaria de la
dependencia.
Lo bueno es que no pregunté, sino me
hubiera expuesto a aparecer en el río con talla cuarenta y seis y rodeado de
camarones. Pero vi otro en la sede de MORENA, donde afirma que “Rechazamos
energéticamente”.
No rechazan “enérgicamente”, sino
“energéticamente”, o sea que rechazan con gasolina, diésel, combustóleo, o peor
aún, con gases. Pero a lo mejor, es mejor decirlo que guardar silencio.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de: “Botellita de vinagre, / si lo criticas, ofendes”.
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