martes, 21 de abril de 2015

De los avances en campaña.

La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.

Por Manuel Ábrego.

   Arribó a Tres Valles el candidato a la diputación federal por MORENA, don Hugo Barradas Basurto.

   De inmediato dijo que no concedía entrevistas porque alguna vez le sacaron dinero y no le publicaron nada. Lo sentimos, quién sabe qué gentes trataría en esas ocasiones.

    Con cinco o seis acompañantes recorrió el mercado, e incluso se sentó a platicar con los locatarios más pensantes, escasos por cierto. Con don Hugo, ya son dos los aparentemente idealistas que visitan Tres Valles en este mes, el otro fue don Pedro Múzquiz, de Prevención de Accidentes del estado.

     El idealismo de don Hugo lo lleva a pensar en las bondades de la Izquierda mexicana, y peor aún, de la veracruzana. El de don Pedro, lo hace que piense que el Ayuntamiento renunciará a los impuestos de las cantinas, y que los cantineros se dejarán convencer de no vender mucho alcohol.

      Estamos con ambos, si bien el de Xalapa trae la venia del gobernador, y el de Cotaxtla, don Hugo, a veces da la impresión de que no trae ni la de López Obrador. Porque en los círculos locales de MORENA, corre la versión de que AMLO se promueve a sí mismo con recursos del Partido.

   En cambio se dice que don Hugo hace campaña en gran parte con su dinero o sea, amor al arte. Dejamos el tema, pues él con su arte, y yo con mi arte. Y si hablamos de campañas, los partidos como Movimiento Ciudadano, del Trabajo, Encuentro Social, han reafirmado su pequeñez.

    Confirmado, solamente Acción Nacional puede equilibrar al Revolucionario Institucional con todo y su dinero y el dedo del gobernador. Ya que hablamos del mandatario estatal, se dice que Tarek Abdalá es su as bajo la manga para la gubernatura de dos años que viene.

     Hay que analizarlo, quizá esa sea la razón por la cual hasta los periodistas más serios andan pegados al PRI y tratando de desprestigiar al PAN. Si se diera el caso, Dios salve a Veracruz.


     ¡En la torre!, dijo el buitre, y siguió bailando, pero al ritmo de: “En un bosque, de Arabia, / un priísta me encontré”.

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