La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros
Por Manuel Ábrego
Bien dice un dicho que el que con lobos anda a aulllar se enseña, dicho y hecho después de haber terminado la contienda electoral en el sindicato azucarero al calor de las copas se suscito un hecho inusitado, un pleito callejero del que ahora nadie se hace responsable.
Es más ni el propio cura sería capaz de hacerse cargo de un hecho lamentable donde casi pierde la vida la persona que fue agredida, faltaba más, ni las miles de vírgenes de Tres Valles, y dicho de otra manera quien sabe quien se hará cargo de lo ocurrido, pues las malas lenguas comentan que no detuvieron al agresor.
Aquí lo que queda muy en claro es que alguien les dio alcohol a los cientos de trabajadores que acudieron a las urnas, para que desde muy temprano hubiera una fiesta al calor de las copas, para que más tarde esto se convirtiera en un verdadero infierno, no para los ganadores, sino para la familia del afectado.
Pero como estamos en semana santa al viejo estilo de Poncio Pilatos, nadie se hace cargo, nadie sabe nadie supo todos se lavan las manos, pero eso sí que buenas estuvieron las elecciones que hasta corrían olas con cartones de cerveza, más buena va estar la molestia de los familiares del lesionado que con mucho esfuerzo tendrán que cuidarlo mientras, palo dado ni dios lo quita.
¡En la torre dijo el buitre!, y siguió bailando al ritmo de yo si voto con alcohol, yo yo yo si voto con alcohol...
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