viernes, 29 de mayo de 2015

La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
De la contra corriente.
Por Manuel Ábrego.
    Son admirables las gentes que se atreven a luchar contra el PRI Gobierno o el PRI Sistema, como usted le diga. Tan admirables como los métodos del PRI para verle la cara a los mortales.
    En la propaganda de Tarek Abdalá Saad, lo mencionan como “Antonio Tarek”, quizá para que suene más castellanizado y convencer a los votantes de que si se llama Antonio, a fuerzas ha de ser nuestro vecino y ha de haber vivido en Tres Valles continuamente.
     Además quieren sacar ventaja aunque sea de los tresvallenses de que se le llama “un auténtico tresvallense” siendo defeño de nacimiento, cuando aquí hay gente de Loma Bonita, o de Tierra Blanca, de Guadalajara, orizabeños, poblanos y siga usted con la cuenta, que han luchado por Tres Valles.
    Bueno, hasta un servidor que soy foráneo, en cuarenta años de vivir en Tres Valles he hecho más por los tresvallenses y los considero más mi gente que el mismo Tarek. No me imagino el efecto que tendrá en Cosamaloapan, Cotaxtla, Piedras Negras, Alvarado, que se le diga “tresvallense”.
    Les ha de dar lo mismo, como si a nosotros nos hablaran de un auténtico terrablanquense, cosamaloapeño, tlalixcoyano o similares. Nos iba a importar lo que al tren pararse en las estaciones. Pero íbamos a hablar de la contra corriente, como los Perredistas y los MORENOS.
   Si el tricolor quiere hacer una reunión en un ejido y el comisariado es priísta, a fuerza tienen que ir a ella todos los ejidatarios. Si es de los amarillo bilis o de los de AMLO, ni siquiera los atiende. Y no se diga del reparto de gorras, playeras, paraguas y bolsitas de cadera. Solamente el PRI.
     En el caso del Revolucionario, aparte del billete que recibe de la capital, se cuenta con varios de los riquillos locales, mientras que los otros a los balazos invierten la subvención oficial y su dinero propio, por lo que en Tres Valles se ven solamente cabezas y torsos rojos y no de otro color.
     Color contrario, claro, que el comparsa Verde Ecologista de repente se ve representado como el pariente pobre que siempre ha sido del PRI. Ojalá no repercuta en la economía nacional ese derroche, sino sucederá como lo dijimos antes, el Día del Juicio nos tendremos que comer las dádivas.
      ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “El día final, el día final, yo guisaré una sombrilla”.



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