La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
De la contra corriente.
Por Manuel Ábrego.
Son admirables las gentes que se atreven a
luchar contra el PRI Gobierno o el PRI Sistema, como usted le diga. Tan
admirables como los métodos del PRI para verle la cara a los mortales.
En la propaganda de Tarek Abdalá Saad, lo
mencionan como “Antonio Tarek”, quizá para que suene más castellanizado y
convencer a los votantes de que si se llama Antonio, a fuerzas ha de ser
nuestro vecino y ha de haber vivido en Tres Valles continuamente.
Además quieren sacar ventaja aunque sea de
los tresvallenses de que se le llama “un auténtico tresvallense” siendo defeño
de nacimiento, cuando aquí hay gente de Loma Bonita, o de Tierra Blanca, de
Guadalajara, orizabeños, poblanos y siga usted con la cuenta, que han luchado
por Tres Valles.
Bueno, hasta un servidor que soy foráneo,
en cuarenta años de vivir en Tres Valles he hecho más por los tresvallenses y
los considero más mi gente que el mismo Tarek. No me imagino el efecto que
tendrá en Cosamaloapan, Cotaxtla, Piedras Negras, Alvarado, que se le diga “tresvallense”.
Les ha de dar lo mismo, como si a nosotros
nos hablaran de un auténtico terrablanquense, cosamaloapeño, tlalixcoyano o
similares. Nos iba a importar lo que al tren pararse en las estaciones. Pero
íbamos a hablar de la contra corriente, como los Perredistas y los MORENOS.
Si el tricolor quiere hacer una reunión en
un ejido y el comisariado es priísta, a fuerza tienen que ir a ella todos los
ejidatarios. Si es de los amarillo bilis o de los de AMLO, ni siquiera los
atiende. Y no se diga del reparto de gorras, playeras, paraguas y bolsitas de
cadera. Solamente el PRI.
En el caso del Revolucionario, aparte del
billete que recibe de la capital, se cuenta con varios de los riquillos
locales, mientras que los otros a los balazos invierten la subvención oficial y
su dinero propio, por lo que en Tres Valles se ven solamente cabezas y torsos
rojos y no de otro color.
Color contrario, claro, que el comparsa
Verde Ecologista de repente se ve representado como el pariente pobre que
siempre ha sido del PRI. Ojalá no repercuta en la economía nacional ese
derroche, sino sucederá como lo dijimos antes, el Día del Juicio nos tendremos
que comer las dádivas.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de: “El día final, el día final, yo guisaré una
sombrilla”.
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