La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
Por Manuel Ábrego.
A raíz del recorrido
reciente que realizara Tarek Abdalá Saad, candidato a la diputación federal por
el Revolucionario, me habla
ron el doctor José Juan Gallegos Cárcamo y la señora
Laura Gómez, cada quien por su lado, claro.
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El cartón de Ábrego |
Para los mortales que no diga nada el
nombre de la apreciable dama, les diré que fue esposa de mi amiguísimo Miguel
Tronco Quevedo. Para quienes no diga nada el nombre de Miguel, fue candidato a
alcalde por el tricolor. A quienes no diga nada el nombre del tricolor, les diré
que no se han perdido de mucho.
Doña Laura me dijo que el candidato no
quiere golpeteos, y quedó de comentarle que una entrevista para mis lectores
sería positiva. El doctor fue más lejos, pues se expresa del descendiente de
sirio libaneses como si fuera su hermano, lo que habla muy bien del galeno,
quien me invitó a conocer el proyecto del priísta.
Gracias a ambos. Reconozco que hubo un
tiempo en que el PRI le hizo falta a México, y que tuvimos que pasar por el
Tricolor para llegar a donde estamos. Con el Partido Acción Nacional hubiéramos
sido una dictadura, peor que la que hoy es el PRI, pues hubiera sido católica,
y con el de la Revolución Democrática ni siquiera hubiéramos sido.
No hubiéramos sido nada, pues ya nos
hubiera acabado a golpes, según su carácter. Lo escribí y lo reitero: no
solamente ya no hace falta el PRI, sino que la mejor manera de premiar a
Enrique Peña Nieto por las devaluaciones y los golpes a la economía familiar es
darle diputados priístas que le sigan la corriente para devaluar o golpear la
economía.
Como en este oficio hay que leer hasta la
Biblia, el Corán y el Talmud, también me he recetado publicaciones priístas,
para conocer el pensamiento del buen Tarek. Y nunca vi algo relativo a no
permitir devaluaciones, ni a evitar ataques al bolsillo del contribuyente
clasemediero o peor, de los pobretones.
El presidente de la República debe de
tener valor para enfrentarse a los que sacan capitales, a los que favorecen al
dólar, a los que fomentan las devaluaciones y a quienes con su actitud buscan
la contracción de la economía. Claro, no debe de estar solo, deben de apoyarle
los diputados.
Pero si él mismo favorece las condiciones
para una devaluación, y los diputados le siguen la corriente, pobre Pueblo de
México. Pero Tarek no habla de ésto. Es lógico, pues cuando la primera devaluación
de tiempos modernos, la de Luis Echeverría en septiembre de mil novecientos
setenta y seis, Tarek ha de haber estado en el Paraíso. No la sintió.
Los siguientes doce años de devaluaciones
con López Portillo y De Lamadrid, el ahora candidato pudo haber estado en la
primaria, sus papás pagaban todo y no sintió tampoco el ramalazo, ni creo que
le hubiera importado, al igual que cuando fue estudiante, pues a esa edad
todos, especialmente los varones, no creemos ni en la paz de los sepulcros.
De
funcionario menos, pues estaba donde se compensan los golpes económicos, y si
el Pueblo estaba acostumbrado a las agresiones del gobierno a nuestro bolsillo,
pues un leal empleado del Estado, con más razón.
Y lo reitero, si un día declara públicamente
que de llegar a la curul no va a ser un títere
del presidente de la República, y luchará contra las devaluaciones que
solo favorecen a los gringos y a los banqueros, no solo le hago propaganda. Me
afilio al PRI.
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