La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
Del Verde, el PRI y otras
cosas.
Por Manuel Ábrego.
En un local inmenso, con un escritorio
regular, se asienta en Tres Valles uno de tantos partidos que llegan a este
municipio en tiempos electorales, el Verde Ecologista de México.
Hace años, cuando el buen fotógrafo
Evaristo luchó con el PVEM para ser alcalde, le vimos más gente, y éso que en
su cierre de campaña sus adeptos cabían en una camioneta y hasta sobraba
espacio.
En este Distrito XVII, hasta la seudo
izquierda que trabajaba en alianza con todo lo que se movía, ahora trabaja cada
partido por su cuenta, y en cambio el Verde se unió al Revolucionario
Institucional, con la misma concha que hace años se alió con Acción Nacional.
No siempre ha estado aquí tan grotesco el
Verde, hubo un tiempo en que formó parte de su Comité local un matrimonio que
ha trascendido, la Profra. Juana Arredondo Merlín y el Dr. Raúl Manzano Cabrera.
De igual calidad moral es su actual
dirigente, el empresario Juan Carlos Pérez Corona, a la fecha un jefe sin
apaches, pues el Verde es hoy comparsa de un PRI que no necesita comparsas,
pues tiene todo el dinero para repartir.
Por otra parte, vimos en conocida tienda
frente a la glorieta del tanque de agua un anuncio que trata de motivar a la
ciudadanía a votar. Se ofrece un café gratis a quienes enseñen el dedo
entintado como señal de que emitieron su sufragio.
Al menos no ofrecieron cervezas, que si así
hubiera sido, iba a ser mayor el peligro de que se robaran los frascos de
tinta, que las urnas. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al
ritmo de: “Si me das la mano, te entinto el dedo, / si enseñas el dedo, sacas
un café”.
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