Vive aún en Tres Valles un
integrante de su primer Cuerpo de Bomberos.
*Hermelindo Domínguez
Rosas recordó a su fundador y algunas vivencias.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. Vive aún
en Tres Valles un integrante de su primer Cuerpo de Bomberos, el señor Hermelindo
Domínguez Rosas.
Aunque se quejaba de ligeros olvidos,
todavía recordó a su fundador y algunas vivencias. “Nuestro comandante fue mi
abuelo Manuel Cabañas Salamanca, que aquí era empleado del cine “Suárez”, de
don Sergio Suárez.
Originalmente
colaboramos como voluntarios en el Cuerpo de Bomberos de Veracruz, nos llamaban
con una sirena ubicada en la parte alta del cuartel en Rayón”, dijo.
Los viejos habitantes de Tres Valles
recordarán que aparte de ellos, eran voluntarios Enrique Tejeda Cruz, Manuel
Tronco Peña, Manuel Joachín, Wenceslao Méndez Ramírez y otros más. De ellos
Tejeda Cruz vive en Tierra Blanca, trabaja con el periódico “La Crónica”.
Como suele pasar, sus solicitudes de ayuda
solo trajeron felicitaciones, y nada más, según documentos firmados el treinta
de junio de 1956 por el secretario de
gobierno Germán Fernández Gamundi y otro el veinticinco de julio del mismo año,
por el presidente del Congreso Javier Malpica Mimendi.
El diez de septiembre de mil novecientos
cincuenta y nueve, dirigieron un oficio al entonces presidente Adolfo López
Mateos solicitando una unidad, y nunca
tuvo respuesta. Aún así, se ejercitaban continuamente para tener buena
condición física, y apagaron incendios con cubetas.
Incluso les prestaron una pipa de Veracruz, para un simulacro en esta ciudad. Todo terminó cuando en un asalto, los
maleantes balacearon el autobús en que Cabañas Salamanca iba a Cosamaloapan a
cobrar su pensión, y lo mataron.
Fue hasta el dos mil cuatro que en el
gobierno municipal de Valentín Reyes López se decidió disponer de ciento
cincuenta mil pesos para comprar una pipa, la cual sería de usos múltiples.
Quien ésto escribe, se dio a la tarea de
juntar firmas entre la ciudadanía para que se destinara a un Cuerpo de
Bomberos, el cual ya tenía un Patronato, formado por ciudadanos altruistas.
Fueron Juan Carlos Álvarez Patraca,
presidente; Manuel Ábrego Gutiérrez, secretario; Adolfo Cano Gutiérrez,
tesorero; Anselmo Sánchez Contreras y Manuel Sánchez López, vocales.
El Concejo de Vigilancia lo formaron el Profr.
Ildefonso Santos Mendoza, Francisco González Rojas, además de los ya extintos
Felipe Bueno Pereyra y José Olivares
Castilla.
Manuel Ábrego registró el Patronato el dos
mil cinco ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y ante el Registro
Público de la Propiedad, y se obtuvo el permiso por noventa y nueve años, con
protocolo de un Notario en Tuxtepec.
Sus honorarios los cubrió doña Minerva
Bucio Licona, propietaria de Gas Mimendi y gran benefactora de los Bomberos y
Cruz Roja de Tuxtepec, así como de otras obras de altruismo.
En la colonia El Uvero, cerca de la
carretera federal, se inauguró la caseta de Bomberos, que sin embargo nunca fue
entregada, y en la cual se metió una familia invasora.
La pipa se compró a los Bomberos de Boca
del Río, con su presidente del Patronato Arq. Antonio Chedraui Bolado, quien
pedía noventa mil pesos, pero al saber que iba a seguir combatiendo incendios
la rebajó a sesenta y cinco mil pesos.
Además donó la torreta, la sirena, cuatro
mangueras, cascos y cuatro chaquetones. Éstos últimos quedaron a resguardo de
Protección Civil municipal, cuyo titular los dejó que se echaran a perder en el
agua de lluvia.
En el tiempo en que se compró, el
presidente Valentín Reyes López estaba con licencia para una campaña electoral,
por lo que después de una serie de trabas por parte dela Tesorería Municipal,
el alcalde interino Valentín Peña Vela Acta firmó el cheque para su
adquisición.
Posteriormente el regidor José Juan Gallegos
Cárcamo la retuvo, y vino a entregarla a la administración de Adriana Leal
Zataráin, quien la usó para viajes de agua.
En sesión de cabildo del catorce de
septiembre de dos mil cinco, acordaron darla en comodato al Cuerpo de Bomberos,
pero tuvo que ocurrir el incendio de céntrica rosticería, para que se realizara
la entrega para operación.
El once de enero de dos mil seis se
entregó la unidad Ford F 600 Modelo 1979 por parte del entonces síndico Modesto
Peña Alvarado, el regidor primero Ing. Jesús Sánchez Cano y el secretario
municipal Luis Malpica, recibieron Manuel Ábrego y José Olivares Castilla.
Para mantenerla hubo que tocar puertas, y se
reconoce la ayuda que dieron los entonces líderes cañeros de CNPR y ULPCA CNC
respectivamente, Marcos Cano Ramos y Vicente Reyes Bravo, quienes compraron
refacciones, ayudando a tenerla en funcionamiento.
Alumnos del CECYTEV encabezados por la
catedrática Lic. Gloria Pineda Esteva ayudaron con la colecta, que fue de gran
ayuda para efectuar más de cincuenta servicios, entre ellos combate de abejas,
incendios, viajes de agua y capacitación.
Además, ciudadanos de valía como Fernando Cano
Cano, QEPD, Américo Álvarez Barranca, Valentín Reyes López y otros, donaron equipo
como palas, machetes y extintores.
Cuando Juan Manuel Maus Martínez subió al
poder, no tuvo el valor de ir personalmente, pero mandó a todos sus ediles a
reclamar la unidad para donarla a CAEV, que la puso en el pozo de Santa Cruz,
donde se quedó estacionada sin hacer nada, pudriéndose.
Para dar un buen servicio que se había
iniciado en su gobierno, se solicitó para el Cuerpo de Bomberos la vieja ambulancia
Nissan Urvan a Carlos Córdova Morales y sus ediles, y aunque de principio todos
dijeron que sí, ninguno quiso cederla.
A la fecha se reestructuró nuevamente el
Patronato, don Valentín Reyes López donó una camioneta usada a la cual se le va
a cambiar el motor, y que quede lista para servir a Tres Valles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario