sábado, 22 de agosto de 2015

La piedra en el zapato. De los independientes.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
De los independientes.
Por Manuel Ábrego.
    Ahora con el triunfo del Bronco en Nuevo León, en Tres Valles hasta para la presidencia de la Asociación de Boleros, A. C. ( o sea ¡Ah, Caramba!), ya hay quien se quiera lanzar como candidato independiente.
    De los que nunca han sido, entre los eternos suspirantes y también entre los nuevos, hay uno o dos que ya pensaron en no depender de partido alguno para la contienda por la presidencia municipal. Quizá  tomaron como ejemplo a Buganza o a otro cualquiera.
      Han de tener un buen patrocinador con quien de seguro ya pactaron cómo le van a pagar en el eventual caso de que ganen. ¿Y si ganara alguno de ellos? En primer lugar habría que ver con quién va a gobernar, pues en su cabildo seguramente tendría al síndico y al primer regidor de su parte.
   O sea, apoyándolo, no sujetos de algún órgano. Ese apoyo tendría que ser muy comprometido, pues si no fueran apegados al alcalde independiente, correría el riesgo de que se le voltearan como ha sucedido en Tres Valles en gobiernos anteriores, aún siendo del mismo partido.
      Si se juntan con los otros cuatro, pues pobre del munícipe. Como quien dice, la Iglesia en manos  de seis Luteros. Y con todos o con la mayoría en contra, a ver cómo le hace para pagar a sus patrocinadores, o para que le aprueben los contratos que les deberá de dar.
     Por supuesto que todos los caminos llevan a Palacio, y en Tres Valles hay tres formas de que gane un independiente. La primera, es que el Señor lo favorezca, y entonces sí, ni con todos los curas, los pastores, los rabinos, los ayatolas, los testigos, los panistas y los priístas en contra perderá la elección.
    La segunda, es que en la contienda meta mucho dinero limpio, suyo o de otros, se gane a los tresvallenses con muchas bolsas y con la gorra. O sea, dando bolsas, gorras, playeras, sombrillas, y toda clase de artículos que a los interesados entusiasman.
     La tercera es la más siniestra: que lo apoye un grupo delictivo. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Hay  cosas que quisiera yo decirte, / hay cosas, de la independencia hoy”.

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