jueves, 19 de noviembre de 2015

La piedra en el zapato. De la venida más grande.


La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.

De la venida más grande.

Por Manuel  Ábrego.

   Corre el año dos mil cuarenta, y un arrastrado de los del alcalde le llega con la noticia de que en el Parque Miguel Hidalgo se acaba de dar la venida más grande: vino a la Tierra nuestro Señor Jesucristo, junto con San Pedro.

     Han colocado una carpa por aquello del fuerte sol, y por esa causa llega el director de Comercio a cobrar el piso, seguido del de Protección Civil, por lo de los movimientos socioeconómicos, y por un regidor que está dispuesto a conseguirles documentos mexicanos directamente del Registro Civil.

   Despiden a los dos últimos, pero al de Comercio ni quien lo quite sin cobrar.

-Pedro, me han dicho que en Veracruz hay muchos peces gordos, pesca uno, le hallarás dinero, y al igual que en el Evangelio toma de ahí y pagas el piso.

    -¡Ay, Maestro!, sólo que me traiga al gobernador o a los libaneses para que pesquen peces gordos, y ten en cuenta que aquí no es Genezaret, el río más cercano está a quince kilómetros. Laguna Verde está más cerca, pero ahí solamente se pescan peces momificados, a menos que hagas un milagro.

    -Ahí enfrente está el Templo de Cristo Rey, cóbrale al párroco los Derechos de Autor por usar mi nombre, y que no te salga que quiere una identificación, pues Juan el Bautista no daba Fé de Bautismo.

    - Ahí está el mal, Maestro, no es judío para que lo convenzas con tu palabra o con un milagro, es jarocho, y además tiene el dicho de que “pobre del buitre que agarra y suelta”. Y ya me dio hambre, por favor, multiplica el pan.

     Ya habían bajado y estaban cerca algunos funcionarios priístas oyendo, y de inmediato mandaron por la policía, pues en su concepto, lo que había que multiplicar es el PRI y no el PAN, lo que calificaron de competencia desleal.

   -Mi Reino no es de este mundo -, dijo mientras se elevaba jalando a San Pedro, en tanto que los tricolores pedían que se le crucificara, el cura traía dos cruces que tenía para casos de emergencia, y unos de MORENA que llegaron muy tarde le gritaban que mandara al Iscariote para afiliarlo.

     ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Los del Cielo se fueron ya, / y Comercio se quedó sin cobrar”.

No hay comentarios: