martes, 17 de noviembre de 2015

La piedra en el zapato. De la duda sobre los independientes.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
De la duda sobre los independientes.
Por Manuel Ábrego.
    En la antigua antigüedad, cuando a un mortal no le concedían la ansiada candidatura a lo que fuera por parte del Partido Revolucionario Institucional, la pedía a otro partido aunque luego regresara con el rabo entre las piernas.
    Hoy, se lanzan o amenazan lanzarse como candidatos independientes, si bien pocos son los suspirantes de otros institutos políticos los que hacen tal caprichito.
    A la fecha, podría haber más patrocinadores para los que se autonombran independientes, entre ellos algunas fuerzas obscuras o millonarios gandallas, que cuando pasen la factura les quitarán la categoría de la independencia.
     Pero la peor probabilidad es que sea el PRI quien fomente la supuesta independencia electoral. Comentamos hace algunos ayeres que de triunfar el llamado independiente necesitará el compromiso de una legislatura local para gobernar como Dios manda, pues no todos van a ser de los suyos.
    Ahora, si la mayoría en la legislatura fuera priísta y ganara algún seudo independiente mandado por el PRI, no habría problema para el flamante gobernador, pues la farsa habría ganado y todo seguiría igual que hoy, con un dictador como mandatario estatal y un congreso a su servicio.
   En este Tres Valles ya se dio el caso, cuando “contendió” por la presidencia municipal el Lic. Leopoldo Cano por el Partido de la Revolución Democrática, que aunque no vino de independiente, hizo la mascarada enviado por el PRI, al grado tal que luego de perder se retrató al lado del gobernador priísta.
    Una maestra que nunca en su vida practicó el socialismo, fue candidata por el Partido Popular Socialista, ganó y al poco tiempo se declaró priísta, Helen Fernández López. Una doctora que era priísta, Adriana Leal, participó en las elecciones por el PRD, ganó y volvió al redil tricolor.
     Así que no nos asombremos si para la contienda a gobernador hay más priístas “independientes” que partidos, incluyendo apellidos tricolores de abolengo y a imitación de “El Bronco” de allá del Norte, nos salgan con apodos de animales salvajes o algo similar.
   El jarocho aguanta de todo, incluso la aparición de otro PRI, quizá fuera el Partido Regeneradamente Independiente. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Independencia inútil, flor de mis desvelos”.

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