La Casa de la Cultura,
dependencia alrevesada.
*Cuando estaba nueva, los
espectáculos eran insuficientes.
*Ahora que hay buenas
presentaciones, poco a poco se echa a perder.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. La Casa
de la Cultura, en ocasiones aparece como una
dependencia alrevesada a la que el Ayuntamiento no favorece, según se ve.
Cuando estaba nueva, los espectáculos eran
insuficientes, aún cuando tuvo directores de la talla de José Fernando Cano
Cano, inspirado decimero, o de Ardul Muñoz Ceballos, maestro de generaciones.
Ahora que hay muy buenas presentaciones
artísticas, poco a poco se echa a perder. Una muestra es la decadencia del
cercado de madera, que si tanto ésta como la hechura no fueron de excelente
calidad, sí se tenía un aspecto presentable para el recinto de la Cultura
tresvallense.
Lo que iniciaron las polillas, lo
remataron el vandalismo y la incuria oficial, pues de aquella orgullosa cerca
sólo quedan tablas caídas y carcomidas. Por otra parte, gracias a la acción del
regidor panista Jafet Hilario Dávila, las áreas verdes lucen como merece un
gran espacio cultural cuenqueño.
Su actual director, el terrablanquense Juan
Carlos Pérez Corona, a diario demuestra que las manifestaciones más elevadas de
la Cultura también son compatibles con el carácter jarocho, lo que se ha visto
con presentaciones de ballet, marimba, danza moderna y otras.
Espectadores de las más recientes funciones de la Casa de la Cultura,
gente pensante y de amor por Tres Valles, manifestaron su deseo de que pronto
el alcalde Marcos Cano Ramos vuelva la mirada a la Casa de la Cultura y ordene
la reparación de la cerca, muy parecida a la que circunda el árbol navideño.
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