La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.

Del PAN y su alianza.

Por Manuel Ábrego.

    El Partido Acción Nacional se perfila de nuevo en Veracruz como lo dijimos una vez cuando se aliaron con el Partido de la Revolución Democrática en Oaxaca: fusionando el agua y el aceite.

     Como México es la capital mundial de la incongruencia, no nos asombra tal alianza, algo así como reconocerle santidad al pingo y llamarlo San Tanás. En ocasiones anteriores a este siglo, solamente habíamos visto juntas la izquierda y la derecha cuando aplaudían o cuando hacían tortillas.

    De las que se comen, éso fue lo que pensamos. Tampoco es de asombrar que el Partido Revolucionario Institucional, representado por el Primer Priísta de México, Enrique Peña Nieto, haya acelerado los repartos de bienes con un programa populista, como fue el caso de las televisiones.

      Algún día sabremos quién vendió los millones de aparatos y su ganancia. Lo de hoy es que igual que en las campañas electorales abiertas, regalan algo del dinero de los ciudadanos, y hay quienes se crean que es de otra fuente financiera. Podrían ser nuestros impuestos que buscan votos para el PRI.

     Porque si la alianza que diera buenos resultados en la vecina Oaxaca los da en Veracruz, y luego se hace a nivel nacional y resulta… hasta ahí llegó el PRI con todo y Enrique, Javier, Manlio, Carmen, Jackson, Fidel y demás. Para ellos es mejor que sigan repartiendo.

     Hasta el momento todo va bien para los futuros Azulmarillos, que podría llamarse así la conjunción de azul cielo con amarillo bilis. Como éstos últimos son especiales, los primeros pleitos serán para elegir candidato. La bronca real será cuando ganen.

    Como ambos partidos son imitadores del PRI, vamos a ver los puestos que quieren, y la manera de obtenerlos, pues a la hora del reparto los del sol azteca son más… iba a escribir gandayas, pero no es correcto, mejor pongo listos, y exigentes tipo Jalisco.

     Ya no sigo espantando más, solo le pido que imagine si se aliaran también para las elecciones municipales. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Con los pelos amarillos, / voy a hacer un amuleto, / para que los azulillos / no lleven carro completo”.