viernes, 16 de junio de 2017

La piedra en el zapato. De la rifa del tigre.



La piedra en el zapato.
De la rifa del tigre.
Por Manuel Ábrego.
    Al entrar el Dr. José Manuel a la Presidencia Municipal, será el primer alcalde que jamás haya estado en el Partido Revolucionario Institucional, algo nunca visto en Tres Valles.
     Lo más cerca que ha estado del PRI, es debido a que su suplente se llama PRIsciliano, pero hasta ahí nada más. Y no es que sea negativo formar parte del tricolor, no, sino que tanto en la Nación como en Tres Valles si algo es necesario, es la alternancia.
     Pero de munícipes que no tengan un pequeño priísta hibernando en su corazón, y que como la mosca del salivazo, salga con las primeras lluvias. El Pueblo que votó, que por cierto fue más que los buscachambas que estaban en todas las comitivas, con su sufragio exigió la alternancia.
     Hoy José Manuel y la síndico de la fórmula, María Esther, así como los tres ediles que les acompañan, se han ganado la rifa del tigre, pues los otros dos, priístas, podría ser que ayuden, podría ser que obstaculicen. Al tiempo. Y al hacer esta última aseveración, seamos justos y correctos.
     Que como dijo el chiste de los cubanos, no es lo mismo, pero en este caso se acompañan los conceptos. Ediles del PRI que no estorbaron en gobiernos de otro partido, fueron Margarito Tomás Miguel, acertado en su desempeño de las comisiones, entre ellas, Registro Civil, al cual engrandeció.
     Vicente Valor Roldán, en su comisión de panteones, recordamos el camino de cemento que hizo poner en el depósito de calcio de esta ciudad, idea que no se le ocurrió ni a los regidores más santos, camino que si no existiera, nos haría acompañar a los extintos hasta la puerta del panteón.
     Y pasando la entrada, que se contraten cargadores o amigos fieles vestidos como bomberos asiáticos, para que en medio del lodo de estos días, lleven los restos a su tumba.
    Dos ejemplos que por cierto, son de los hijos de la Chinantla, pero más tresvallenses que las crónicas del cronista de Tres Valles, al cual no le conocemos ni una.
     Pero volviendo al tigre del premio, opinemos. Desde el tiempo de Don Pedro Aguilar Ibáñez, algunos ediles de oposición se han dedicado, mínimo, al tortuguismo, máximo, a poner trabas. Tomemos en cuanta que parte de ellos habían sido candidatos perdedores, al menos hasta tiempos de Don Valentín.
    Él tuvo en su gobierno la mayor parte de suspirantes que perdieron, todos querían gobernar, y afortunadamente, por Ley ahí se acabó la tendencia. De entonces para acá, entran los propuestos para regidores primeros en las que pierden. Y resulta que ganan aunque pierdan.
     En la administración que viene, aparte de los ediles priístas, el presidente se las verá con su equipo, parte del cual no está exento de los vicios que exhibió el PRI en décadas de gobernar al País, y añitos de gobernar a Tres Valles. Será labor de equipo dar una buena imagen y controlarlos.
     Deberán además, llevarse entre ellos con madurez, pues ya antes de que tomen posesión, hay mortales que apuestan a un pleito entre la futura síndico y el presidente electo.
    En Los Naranjos, nos encontramos a un personaje que se asegura que jala gente, candidato perdedor en el último proceso a la agencia municipal, hijo político, por no escribir “putativo”, de un ex presidente municipal.
     Antes de las votaciones, dijo a los cuatro vientos que no iba con la alianza PAN – PRD porque Espinosa Apolinar iba de síndico propuesta. Pero aún así, murmura, porque no le queda más que el consuelo del homosexual. Y como él, otros.
    ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Botellita de jerez”.
NOTA: Estaré en el parque para aclarar las dudas sobre qué es sufragio, cómo está eso de los bomberos asiáticos, aquello de putativo, y otras dudas sobre esta breve, de diez a diez y cinco de la mañana, en viernes pares. Y si no, le hacemos la lucha de nuevo.

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