jueves, 1 de junio de 2017

La piedra en el zapato. De la mapachería.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
De la mapachería.
Por Manuel Ábrego.
Si desea usted alguna dádiva gratuita, o anda pensando que la próxima salida de la escuela lo va a asfixiar económicamente hablando, no invoque a los Reyes.
     A los Reyes Magos, por supuesto. Ni invoque al Programa Oportunidades o alguno similar. Tampoco se venda con los fenicios de diferentes instituciones financieras que abundan tanto como las variadas fuerzas del orden en Tres Valles. No.
     Párese en algún lugar solitario desde la noche del jueves antes de las elecciones, a la madrugada del domingo en que se votará. No faltará algún mapache que con tentadoras ofertas le resuelva sus problemas a cambio de su promesa de voto por el partido al cual el mapache favorezca.
     Múltiples tácticas mapachescas aparecerán en ese lapso de tiempo, sea la de comprar credenciales, incluso de difuntos; el reparto de cubetas con los artículos de uso diario; despensas; castillos y láminas para alguna casa futura; en fin, diversidad de tentaciones para aquellos que ya las esperan.
     Sí, que ya las esperan, porque existen tresvallenses que la vida decente que no tienen en el paso de los años, la disfrutan en época de elecciones, ya sea con la despensa, aún cuando tengan polvo en el fondo las bolsas de arroz o los frijoles se muevan solos, u otros artículos.
     Sin contar a los que amplían su guardarropa con playeras y gorras, o los que espantan a la lluvia con paraguas que traen pintado el logotipo de algún partido, no importa que a la primera mojada queden más porosos que los polvorones de afamada panadería.
     Pero estamos en Tres Valles, donde un alto porcentaje de mortales no entiende que las dádivas mapachescas son comida para hoy y hambre para mañana, que salen de nuestros impuestos y que quienes las den, buscarán la forma de reponer el gasto sacando dinero de nuestros mismos impuestos.
     Lo anterior, ganen o no ganen, que el Sistema aguanta. Pero bien lo dijo Goyo Murillo en una de sus tantas visitas a Tres Valles: “Reciban la despensa, con ella preparen el desayuno el día cuatro de junio y luego salgan a votar”.
     Y así debe de ser. Votemos, por quien sea, pero votemos. Que la victoria tiene muchos padres, pero el mapachismo y el abstencionismo solo uno, y además, los dos son gemelos, aunque no se parezcan.
     ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “De noche por Tres Valles, / antes de la elección. / Andan los mapaches / fregando la votación.
    

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