miércoles, 28 de junio de 2017

La piedra en el zapato. De las armas falsas y verdaderas.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
De las armas falsas y verdaderas.
Por Manuel Ábrego.
     Cuando un servidor era más chavo que ahora, circulaba una revista de manufactura gringa llamada “Frentes de guerra”, a la par de otras revistas de batallas en mar y aire. Y en la televisión cada domingo pasaba un programa, también de guerra que se llamaba “Combate”.
     Los unía una característica, que los gringos eran siempre los buenos aún si  no ganaban, y los otros eran los malos, como diría un gringo de triste fama, eran “bad hombres”.
     Siempre en nuestro País ha habido armas en los juegos infantiles, sean de fábrica o de manufactura casera, casi artesanal. Ya en el siglo diecinueve el eximio poeta Juan de Dios Peza en su obra “Fusiles y muñecas” nos hablaba de armas de palo de madera de árbol vegetal.
     Allá por los setentas y ochentas hubo un tiempo en que se pidió que no se fabricaran ni vendieran juguetes bélicos, porque “podrían conducir a la violencia”, se decía.
     Pocos años habían pasado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y se hablaba de Hitler que había reclutado niños como soldados. Se creía, luego se confirmó, que en otros países los gobiernos incorporaban infantes al ejército, y piadosamente se callaba que en la Revolución Mexicana hubo niños soldados.
     Al ingreso a cualquier rama de las Fuerzas Armadas se le llamaba “Carrera de las armas”, y al Ejército se le conocía como “Instituto armado”, que no es lo mismo que ir armado al Instituto, de lo cual ya se dio el caso en México con resultados lamentables.
    Jamás en aquellos años se aclaró el poco tratado asunto de los que ni eran tan niños ni fueron tan héroes, sino adolescentes y casi adultos, pero no niños, de forma que los párvulos de aquellos años pensamos que eran chamacos como nosotros y por ende, podíamos armarnos.
     Si no nos envolvimos en una bandera y nos arrojamos al aire, fue porque para ir al Castillo de Chapultepec hacía falta permiso de nuestros padres y las banderas estaban algo caras.
     En la modernidad tresvallense, en el medio rural y en la ciudad se repite como siempre entre los menores, la moda de armarse con palos clavados y muy bien escuadrados que simulan armas, sobre todo en ranchos donde la cacería es muy natural para completar la exigua dieta, y hay ejemplo.
      Así pues, en las rancherías hay verdaderos maestros en el uso de armas de fuego, y de ahí a que gentes aviesas al
igual que en la ciudad usen armas en el delito hay un paso. Afortunadamente son muchísimas más las personas que se apoyan en una bala para comer su caza que las de las otras.
    No hay en México la cultura al estilo gringo de poseer un arma, asociarse para disfrutarla y demás, que en sí es un arma de dos filos, pues de repente los de aquel lado hacen cada desaguisado matando gente que hay que fregarse.
     Aquí nos asombramos de los gringos con sus locuras, al fin pueblo armado que siempre se mete en otros países defendiendo sus mezquinos intereses y que para fomentar la cultura de las armas formaron hace décadas la NRA, o sea la National Rifle Association, gran rectora de las armas entre la gringada.
     En la república Mexicana, si un Ayuntamiento necesita un arma, debe de efectuar trámites ante un sinnúmero de dependencias oficiales, y durante su uso por la Policía Municipal, debe de inspeccionarla la SEDENA.
     No sabemos si los malandrines tengan iguales trabas, suponemos que no, y de inmediato las deben de tener a su disposición como ocurrió hace algunos días, para la deleznable tarea de matar infantes, y no precisamente de Marina. Ya superaron a Hitler.
     Hoy no hay buitre, en homenaje a esos niños asesinados.

Participó en reunión de Seguridad alcalde electo José Manuel Díaz Rodríguez.



Participó en reunión de Seguridad alcalde electo José Manuel Díaz Rodríguez.
*Estuvieron otros presidentes municipales electos, Fiscales y jefes de SSP.
Manuel Ábrego.
Cosamaloapan, Ver. Participó en reunión de Seguridad el presidente municipal electo de Tres Valles José Manuel Díaz Rodríguez.
    Por primera ocasión a partir de su elección, parte de los alcaldes electos de la Cuenca del Papaloapan se reunieron este pasado sábado veinticuatro con  Fiscales y Delegados de Seguridad Publica del Distrito.
      Del Poder Judicial se presentaron los Fiscales Andrés de la Parra Trujillo, Especializado en Delitos Ambientales y la Maestra Blanca Flor Ramón Peralta, Fiscal Regional de Cosamaloapan.
    Por la Secretaría de Seguridad Pública acudieron los Delegados C. Silvano Yoval Rodríguez de parte de la Policía Estatal y C. Alejandro Álvarez Aguilar por la Fuerza Civil.
    Alcaldes electos presentes fueron además del Dr. José Manuel, Mayra Torres por Chacaltianguis; Froilán Estrada Rendón, de Tuxtilla; Raúl Hermida Salto por Cosamaloapan y Clara Luz Domínguez Vargas de Tlacojalpan.
     Durante el cambio de impresiones, los colaboradores del Gobierno del Estado dieron a conocer las actividades efectuadas dentro de sus funciones de seguridad y combate a la delincuencia.
     Con aportación de opiniones tanto del alcalde electo José Manuel Díaz Rodríguez como de sus homólogos presentes, se trataron también temas relacionados con la prevención de los delitos de maltrato animal y del Medio Ambiente.
     Culminó la reunión con el ofrecimiento por ambas partes de trabajar en conjunto tan pronto los electos entren en funciones.






RECUERDO.



RECUERDO.
En el ochenta y cinco, exactamente el día del gran luto por el sismo de la Ciudad de México, se acabó un sueño, el de fumigar por contrato las plantaciones de plátano en San Rafael, Veracruz, al chocar con unos cables el helicóptero que en esa labor trabajaba.
     Un servidor era mecánico de la referida aeronave, un Hughes 500 D, la que atendía de día. De noche, iba a hacer guardia a la Cruz Roja de dicha ciudad. Ahí conocí a Camilo Castagne Velasco.
     Era en ese entonces un joven entusiasta, que con su padre don Sergio, quien operaba la pipa de Recursos Hidráulicos, y sus hermanos Paul y Sergio se daban a la tarea de mantener con vida a la Benemérita institución que día a día servía también a la comunidad de Nautla y otras cercanas.
    Ambos servimos juntos en rescates, translados, curaciones, partos y demás bajo la supervisión del doctor Faustino Becerra López, apóstol de la medicina y paciente capacitador, tanto de nosotros como de las damitas que fungían como enfermeras.
     Lavamos y desinfectamos utensilios para atención médica, atendimos a las personas, algunas de dinero, que llegaban a curación, toma de presión, o bien, a pedir informes sobre los cursos, entre otras muchas actividades.
    Camilo nos animaba, nos enseñaba a operar la ya muy usada ambulancia Dodge o practicaba con nosotros el levantamiento de heridos. Su artero asesinato nos conmovió, y hoy en esta breve nota hacemos un recuerdo de quien nos apoyara en nuestro afán de servir. Estamos con su familia.
      Descanse en paz.