La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
De la oportunidad.
Por Manuel Ábrego.
Al día de hoy, Tres Valles tiene por primera
vez en trece años la oportunidad de elegir al mejor para que suceda a Marcos
Cano Ramos en la Primera Silla del municipio, y no al menos malo como en años
anteriores.
Valentín Reyes López, José Manuel Díaz
Rodríguez, Heriberto Cano Díaz y José Mateo Ortiz Ramírez son firmes prospectos
a pesar de sus partidos para sacar a Tres Valles de… escoja el término el
amable lector, pues hay tantas situaciones negativas en este municipio que ya
no se sabe cuál es la peor.
Vamos a acabar como aquel presidente de
poderoso país, que cuando le preguntaba su piloto a dónde iban a ir, respondía:
“Donde sea, en todos lados tenemos problemas”.
Por supuesto que hay de situaciones a
situaciones, pues ninguno de los ya mencionados tendrá autoridad, ni recursos
suficientes, ni creo que muchas ganas para combatir la delincuencia. Mejor que
digan “Aquí gobernó y hoy es el ex alcalde”, y no “Aquí se quedó sin saber qué
hacer”.
Los cuatro poseen características de
gestores, no son de algún grupo golpeador como los que se hicieron tristemente
célebres en tiempos de Helen Fernández López y Javier Ochoa, jamás han engañado
gente de Tres Valles prometiendo construir casas ni han medrado de contratos
oficiales.
No han trabajado en empleo alguno fuera de Tres Valles, ni han regresado al cabo de años para cosechar lo que no sembraron, y con resultados exiguos o grandiosos, pero siempre le han apostado a Tres Valles.
Al haber incursionado en elecciones de
cualquier tipo, saben a qué le tiran en cuanto al favor o al rechazo de los
sectores de una Población que a veces se
va por la persona y no por un instituto político. Y mire usted que hay cada
instituto político.
Tenemos por ejemplo el Partido
Revolucionario Institucional, el cual está en un bache político, moral y social
con las actuaciones de esos legisladores y gobernantes que dañaron los
intereses del Pueblo.
Hará falta algo especial para que tanto
Heriberto como Mateo remonten esa situación. Pueden, y felicitamos a tantos
tricolores que se mencionaban por disciplinarse y no contender en la lucha
interna, a sabiendas de que ni en su casa iban a votar por ellos, por falta del
perfil idóneo para lo antes dicho.
El Partido Acción Nacional está en otro
bache, ocasionado por la falta de líderes que sepan ser lazo de unidad, y por
el gandallismo de elementos que quieren secuestrarlo, en el más puro estilo
priísta, pues en Tres Valles como en México no hay partido que no sea alumno o
hijo del PRI.
El doctor José Manuel tiene la tarea de
ganarse al electorado, algunos de cuyos integrantes recuerdan el desgobierno de
Carlos Córdoba Morales, si bien Díaz Rodríguez tiene argumentos y acciones que
prometen algo bueno y a lo mejor neutraliza el lastre.
El
Partido del Trabajo, Mesías a veces, Lázaro en ocasiones, insepulto por
siempre, es el único que no tiene contienda interior, pues el empresario Don
Valentín Reyes López es único aspirante, quizás, precandidato.
De los cuatro citados, y de todos los
demás de otros partidos, es el único que no necesita padrinos para pagarse una
campaña, el primero que ha sido alcalde de cuatro años, el que tiene la fuente
de trabajo más antigua, más grande, si bien tiene por tarea construir un equipo
que reemplace a los idos.
Idos por la muerte o por la ancianidad, no
idos del cerebro o por una mujer, aclaro, que en todos los partidos, es más
fácil reemplazar a los idos que a los venidos. A los venidos de otro partido,
no por otra causa, también aclaro. Y como dijeron dos figuras panistas de
Palacio, no buscamos sacerdotes para el equipo, aludiendo a la cola que traen
algunos aspirantes y acompañantes.
Quienes podrían conformar sus equipos de
trabajo, igual en campaña o ya en el Ayuntamiento, efectivamente en cada
séquito no todos están en el favor del votante, si bien a todos les beneficia
que los jóvenes no conocen a todos, y los viejos con tal de tener un hueso oficial podrían
padecer de amnesia selectiva.
En sus equipos, todos los cuatro
excelentes comentados tienen como la Sagrada Biblia, su parte obscura, reitero,
en sus equipos. Parte o porcentaje de integrantes, no piense usted que tengan
el Más Allá de color moreno o de plano, retinto.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de: “Mi vecina vio la parte y al mirarla exclamó: ¡Qué
parte!”.
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