La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
De los posibles.
Por Manuel Ábrego.
Existen posibles candidatos a suceder a
Marcos Cano Ramos, y hay un solo prospecto para ganar.
Aclaramos, como las palabras posible y
prospecto no tienen femenino, se aplicará en lo sucesivo a los masculinos y a
las más ... señoras que aspiran a sentarse en un lugar donde se paran todos los
miembros. O sea que se ponen de pie cuando entra el alcalde a la Alcaldía para una
reunión, por supuesto.
Entre los posibles, los hay con mucho
dinero y con poco dinero, o sea que no todos los posibles son de posibles. Pero
están, y hay que verlos más que como amigos, como hermanos, porque a los amigos
los escoge uno, y a los hermanos los fabrican los papás. No hay elección.
Éso en el aspecto familiar, aunque en junio
habrá una elección que podría atraer a La Familia. La Familia Política, claro.
Si lo permite el Divino Hacedor, en esta breve escribiremos de todos los
posibles, y si no lo permite, de todos modos usted ya lo sabía. Y dice de las
de acá.
Don Valentín Reyes López. Liberado de las
aclaraciones ante el ORFIS con papeles probatorios y toda la cosa, puede
aspirar al puesto público que se le antoje, y entre sus opiniones está la de
que no hay fragmentación ni resta de votos, pues se pierde o se gana por uno
solo. Hoy lucha nuevamente.
Cuando fue presidente municipal, le tocó
lidiar con la crisis del acero, que como una de sus consecuencias, fue el
aumento de precio de varillas, clavo, pijas, alambrón, en fin, todo acero que
entra en una obra, y por supuesto, fue un desajuste que se tuvo que resolver
con ayuda de sus ediles.
A su vez, los ediles tenían sus
preferencias de obras y sesionaban anticipadamente ya sea en conocido
restaurante en la carretera federal o en reconocida cafetería y fuente de
sodas. Este último término casi nadie lo usa, salvo los nativos de algún estado
al Norte de México, o los tira aceite.
Por cierto que se cuenta en el Norte, de
un gangoso que invitó a bailar a una bella en una fiesta, pero él no sabía
bailar, de modo que toda la melodía se la pasó pisoteando a la femenina. Luego,
el galán pensó en invitarle un refresco, una soda, y con su defectuosa voz se
dirigió a ella.
Jeñorita, ¿no quiegue una joda?
Instantáneamente, la dama respondió: No amigo, con la que pusiste al bailar fue
suficiente, gracias. Decíamos que sus ediles de Don Vale tenían intereses
encontrados. Encontrados a lo largo del camino edilicio, y cuando podían se
aprobaban algo.
De ahí vinieron muchas obras inconclusas,
y un beneficio para el Pueblo, que fue la compra de una pipa para Bomberos.
Pero ésa ya es otra historia.
Mañana continuaremos con
otro u otra posible prospecto.
¡En
la torre, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Pero no me
preguntes, la historia de esta vida, / la historia ya era, cuando llegaste tú”