Empeora caso de indigente
ante un Ayuntamiento y un DIF insensibles.
*Ofrecieron incluso dar
despensa a una señora sin casa ni muebles.
*Hizo más por ella el
anterior gobierno panista.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. Empeora el
caso de una indigente ante un Ayuntamiento y un DIF insensibles.
Se acerca la época más fría del año, y la
anciana señora que dice llamarse Soledad Cobos, en su aislamiento moral es
hostigada por acumular desechos en el Parque Central, también en una actitud
inadecuada, motivada por su estado de indigencia y su ignorancia cívica.
Aparte del hostigamiento, poco se ha hecho
por darle solución al asunto, a pesar de que en el Ayuntamiento y en el DIF hay
una comisión de Derechos Humanos, un Instituto Municipal de la Mujer, delegación
del INAPAM.
Incluso, a diferencia de muchos gobiernos
municipales en el estado, hay un subprocurador en el DIF, que debe de coadyuvar
a que se resuelvan casos como el mencionado, que en su momento el anterior
gobierno panista trató de aminorar con ayuda de otras instituciones.
Aparte de conseguirle un tratamiento
médico, en el cual le diagnosticaron “síndrome de abandono”, se trató de
localizar a su familia, si bien la hija que encontraron en la Ciudad de México
dijo que no quería saber de ella.
Como se recuerda, originalmente la señora
acumuló desechos para luego venderlos
como botellas de plástico y cartones, a un lado de la vía del tren, frente a la oficina de conocida línea de
autobuses, lugar en que se enfermó, y en la ropa hacía sus necesidades
fisiológicas.
El director de Protección Civil le
atendió y junto con damas altruistas le cambió de lugar y ropa, y
posteriormente con ayuda del Lic. Guillermo Reyes López, en ese tiempo
funcionario del DIF la llevaron a Loma Bonita, Oax., municipio de donde decía
ser originaria, para hospitalizarla.
A los tres días la entregaron hidratada y
con tratamiento, y de ahí pasó a un lugar de rehabilitación de donde se salió
por voluntad propia para reanudar su recolección de desechos, los que hace
pocos días le tiraron los empleados de Limpia Pública por órdenes superiores,
para obligarla a irse del Parque.
Un funcionario municipal le ofreció una
despensa. Quedó pendiente darle un molcajete para que moliera el contenido de
la despensa, y una olla para que revolviera el polvo con agua y se lo tomara,
pues ella no tiene casa y mucho menos estufa u otros muebles. Y se acerca la
época fría.