La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
Del Patronato de Bomberos.
Por Manuel Ábrego.
Después de trece años y en época
electoral, a Don Valentín Reyes López le renació el interés por el Patronato
Pro Cuerpo de Bomberos.
Pero no es lo mismo prometer del dinero del erario, que dar
lo de uno o peor aún, mendigarlo a la gente, y obtener en el mejor de los
casos, una sonrisita compasiva como si fuéramos loquitos simpáticos. El
problema es cuando llega la lumbre, aventándole billetes no se apaga.
Hagamos historia. Allá por los cincuentas,
un grupo de ciudadanos voluntarios formó el primer Cuerpo de Bomberos que tuvo
Tres Valles, al mando de Manuel Cabañas salamanca, RIP.
Todavía podemos ver en el Parque, vendiendo,
a Don Hermelindo Domínguez, único integrante que vive en Tres Valles de
aquellos altruístas. El dos mil cuatro nos enteramos que había en el
Ayuntamiento la cantidad de ciento cincuenta mil pesos, aprobada en abril, para
comprar un camión cisterna para combatir incendios.
No se aplicaba, y ante la necesidad de
tener algo para pelear contra las conflagraciones, un servidor se dio a la
tarea de levantar firmas a fin de entregarlas al alcalde Valentín Reyes López
para que se adquiriera la unidad.
Como el munícipe solicitó permiso para
contender como suplente de Juan René Chiunti para la diputación, entró de
alcalde interino Don Valentín Peña Vela, también RIP, quien presionado por los
ediles, aceptó dar los billetes ya aprobados para la pipa, a pesar de la
oposición del tesorero.
En Boca del Río encontramos una antigüita
pero en buen estado, la cual con la intervención del regidor José Juan Gallegos
Cárcamo se obtuvo a buen precio, de manos del señor Antonio Chedraui Bolado,
presidente en Boca del Río del Patronato del Cuerpo de Bomberos.
Gallegos Cárcamo retuvo la unidad hasta la
entrada de la doctora Adriana Leal como alcaldesa, quien a su vez la entregó al
Patronato por el sistema de Comodato, después del incendio de la Rosticería
Elvis un seis de enero.
Con un criterio del tamaño de un edificio,
el entonces síndico Modesto Peña Alvarado y el entonces regidor primero Jesús
Sánchez Cano aceleraron la entrega de la pipa, que alcanzó a servir en trece
incendios y múltiples viajes de agua.
Entrado el priísta Juan Manuel Maus
Martínez a la Presidencia Municipal, no tuvo el ánimo de ir en persona, pero
mandó a sus seis ediles a quitarle la pipa al Patronato, y luego la regaló a
CAEV. Hoy se puede ver en el pozo de Santa Cruz, pudriéndose, ya inutilizada.
Posteriormente Don Valentín nos regaló un
extintor que usé en un servicio la última vez que fui director de Protección
Civil. El Pueblo no ha respondido, dos de los integrantes del Patronato ya
fallecieron, y un servidor sigue con una mochila por las calles sirviendo en
accidentes, así como infartos, etc.
La gente nos sigue buscando para fugas de
gas, abejas, curaciones y demás servicios básicos como tomar presión arterial,
medición de glucosa, con equipo y materiales donados por el Doctor José Manuel
Díaz Rodríguez, quien a su vez tiene desde hace meses el compromiso con
nosotros de servir en esa área.
Simplemente servir, el Pueblo no necesita
promesas, quiere hechos. Si los capitostes de Tres Valles tienen todo para una
atención médica rápida, o un rescate o apagar un incendio, la Población no lo
tiene o no sabe cómo. Pero ahí hemos
estado, como Cuerpo de Bomberos unitario, con lo que haya.
Aunque sea con poca gente, pero el
Patronato existe, registrado en la secretaría de Relaciones Exteriores y con
escrituras públicas ante notario. Nos ayudó a pagar el notario la señora
Minerva Bucio de Mimendi, de Gas de Tuxtepec.
Nos ayudaron con herramientas Américo
Álvarez Barranca, Don Fernando Cano Cano, de grata memoria, y estudiantes del
CECYTEV nos ayudaron con una colecta para recaudar fondos.
Los José Soto Martínez no se dan en
maceta, pero ojalá que aparezca uno para tener equipo de Bomberos en Tres
Valles. El guanajuatense contador de referencia, me ayudó mucho cuando fui
comandante de Bomberos en Tuxtepec.
Casi al finalizar el gobierno de Carlos
Córdova, solicitamos la Urban que se usó en numerosos servicios, para el Cuerpo
de Bomberos. Todos los ediles dijeron que sí, en ese Año de Hidalgo, pero nunca
siquiera lo propusieron en sesión de Cabildo.
El próspero y emprendedor empresario Don
Valentín Reyes López, nos dijo que podíamos disponer de una camionetita Ford de
los noventas, toda desgraciada, para cambiarle motor y usarla como…lo que Dios
quisiera.
Nunca llegó el dinero para un motor, y
nuestra economía corría pareja con la desgracia del vehículo, por lo que ni
siquiera lo sacamos de su tumba en su rancho. Cuando hay un rescate, Don Goyo
Castillo Velázquez nos apoya con el translado.
A Mateo Ortiz Ramírez y a otros políticos
les hemos pedido ayuda para tener una ambulancia, y es lo mismo que pedírsela a
la estatua del cura Hidalgo.
No necesitamos que reactiven al Patronato,
simplemente que reconozcan la aportación ciudadana y que nos dejen operar con
lo que vaya cayendo a lo largo del tiempo. Hemos servido y no solamente en
tiempo electoral, sino por años. Tenemos en el Patronato gente de calidad, no
de cantidad.
Mejor que un diploma, es oír que alguien,
por muy riquillo que sea, le diga a sus hijos: “Por esa gente, tienen papá”, o
“por esa gente, tenemos casa”. Es nuestro orgullo, no todos pueden decir lo
mismo.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de: “Que vengan los políticos, que me estoy quemando”.
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