miércoles, 23 de noviembre de 2016

La piedra en el zapato. Del hueso.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
Del hueso.
Por Manuel Ábrego.
    Al decir de algunos amigos que acompañaron a Miguel Ángel Yunes Linares en su campaña para gobernador, y que creyeron en él, está por empezar en Tres Valles el reparto de los bien ganados premios. Enhorabuena.
     Sería la continuación de una tradición político –burocrática: la de dar un huesecillo a quienes gritaron en campaña, debatieron, aguantaron polvo, hambre, mentadas, cansancio, desesperación, calumnias, ataques y todo lo que se aguanta en campaña.
    A ellos se les concederá el hueso aunque no llenen el perfil del puesto que se solicitó o se les ofreció. No es raro, en los sucesivos ayuntamientos de este Tres Valles hemos visto que un alto porcentaje de favorecidos aprende su oficio al paso de los años, si bien cuando lo aprendieron ya van de salida.
     Ahora oímos que en el reparto de los premios estatales se otorgará la Delegación de Tránsito a un panista joven y fiel, pero ignorante de lo que es el cargo. Aclaremos, ser un buen conductor que además sabe el Reglamento relativo, no es llenar el perfil.
     Lo que Dios no da, Miguel Ángel Yunes Linares y el panismo, no lo prestan. Es penoso decirlo, pero con todo y sus imperfecciones, una Delegación de Tránsito requiere gente que haya empezado desde abajo en el tema. Y más en Tres Valles, donde se requiere conocer el tráfico y sus soluciones, y tener propuestas.
   No se trata de que llegue, ocupe un puesto, se atenga a que los elementos harán el trabajo y el agraciado se limitará a mandar. Se trata de que imponga su sello personal a un aspecto del municipio, y de otro más, tan necesitados de una mejora.
      En pocos aspectos de la vida diaria, esta ciudad no ha rebasado a la autoridad respectiva, y uno de esos aspectos es el de Tránsito, en el cual se pueden introducir mejoras, pero por alguien que haya empezado desde ser Agente pie a tierra, y en dicha condición haya aguantado lo que en campaña.
     Polvo, hambre, lluvia, mentadas, cansancio, calumnias y ataques. Que además tenga don de mando, algo que sólo Dios concede por medio de la experiencia y la sicología, y no lo presta el panismo. Más aún, que conozca el Sistema por dentro, y también al Municipio, por dentro y por fuera.
    Al no conocer el Sistema, perderá con los jefes y sus posibles subordinados. Al no conocer el Municipio, conductores y peatones incluídos, perderá con ambos.
 Y si no tiene Don
de mando y sicología, perderá con él mismo, la cual es la derrota más dura para un mortal.
     No hay como la experiencia para un cargo en el que si se desempeña sin estar de acuerdo con el momento que se viva, en segundos pasará de ser un agraciado a un inútil. La experiencia la dan los años, pero vividos en una de tantas Delegaciones de Tránsito que hay en el Estado.
     No basta la buena voluntad, la cual como es bien sabido, solamente sirve para pavimentar el camino al infierno. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Cada noche cuenta las estrellas, / son los huesos que voy a otorgar”.

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