viernes, 25 de noviembre de 2016

Nuevamente insiste Delegación de Tránsito en buscar seguridad ciudadana.



Nuevamente insiste Delegación de Tránsito en buscar seguridad ciudadana.
*Realizó operativo de concientización sobre uso del casco protector.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. Nuevamente insiste la Delegación de Tránsito Núm. 34 de este municipio en buscar la seguridad del ciudadano que conduce o viaja en motocicleta.
    Este pasado jueves veintitrés aproximadamente a las diecisiete horas, los elementos a cargo del oficial Agustín Valadez Regueira renovaron el llamado a la Población con un operativo de concientización sobre el uso del casco protector frente a las instalaciones de la mencionada Delegación.
      En la acción desarrollada sobre el boulevard Álvaro Obregón de esta ciudad, estuvieron presentes  Juan Gerardo Urtiaga Callejas, regidor quinto del H. Ayuntamiento; Adolfo Sánchez López, director de vialidad municipal; el jefe Manuel Cholo Coto, comandante de la policía municipal.
     Con ellos estuvo además un conglomerado de motociclistas de un club de Tres Valles encabezados por Iván Vivas, quienes de algunos meses a la fecha han promovido el uso del casco protector usando videos, dando pláticas alusivas y asistiendo a eventos relativos.
      En este reciente operativo de los colaboradores de Tránsito en este municipio, se les dio una plática a los motociclistas haciendo conciencia de usar el casco protector, entregándoseles trípticos a todos ellos y se rifaron 5 cascos al azar.
     El evento finalizó a las dieciocho horas, con una audiencia aproximada de treinta motociclistas. Como apoyo visual se colocó una manta alusiva en la delegación, y se espera que todo aquel ciudadano que viaje en motocicleta valore su vida y lo que podría ayudar el casco en un accidente.
      En la pasada administración municipal, casi el cuarenta por ciento de los accidentes que atendiera el director de Protección Civil, tuvieron como consecuencia heridas e incluso fallecimientos, que de haber traído casco protector los implicados, no se hubieran dado.
      En esos días, se dio un caso en la esquina de Madero y Ruiz Cortínez, en el cual una persona resultó con el cuero cabelludo totalmente levantado después de chocar su motocicleta contra un taxi.
      En otros sucesos, abundaron los heridos con cráneo fracturado, tanto en Los Naranjos como en Nuevo San José Independencia, Novara, esta ciudad, así como en la carretera federal.
      Accidentes donde el motociclista involucrado no portaba el casco, enlutaron hogares en diferentes puntos del municipio.



miércoles, 23 de noviembre de 2016

La piedra en el zapato. Del hueso.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
Del hueso.
Por Manuel Ábrego.
    Al decir de algunos amigos que acompañaron a Miguel Ángel Yunes Linares en su campaña para gobernador, y que creyeron en él, está por empezar en Tres Valles el reparto de los bien ganados premios. Enhorabuena.
     Sería la continuación de una tradición político –burocrática: la de dar un huesecillo a quienes gritaron en campaña, debatieron, aguantaron polvo, hambre, mentadas, cansancio, desesperación, calumnias, ataques y todo lo que se aguanta en campaña.
    A ellos se les concederá el hueso aunque no llenen el perfil del puesto que se solicitó o se les ofreció. No es raro, en los sucesivos ayuntamientos de este Tres Valles hemos visto que un alto porcentaje de favorecidos aprende su oficio al paso de los años, si bien cuando lo aprendieron ya van de salida.
     Ahora oímos que en el reparto de los premios estatales se otorgará la Delegación de Tránsito a un panista joven y fiel, pero ignorante de lo que es el cargo. Aclaremos, ser un buen conductor que además sabe el Reglamento relativo, no es llenar el perfil.
     Lo que Dios no da, Miguel Ángel Yunes Linares y el panismo, no lo prestan. Es penoso decirlo, pero con todo y sus imperfecciones, una Delegación de Tránsito requiere gente que haya empezado desde abajo en el tema. Y más en Tres Valles, donde se requiere conocer el tráfico y sus soluciones, y tener propuestas.
   No se trata de que llegue, ocupe un puesto, se atenga a que los elementos harán el trabajo y el agraciado se limitará a mandar. Se trata de que imponga su sello personal a un aspecto del municipio, y de otro más, tan necesitados de una mejora.
      En pocos aspectos de la vida diaria, esta ciudad no ha rebasado a la autoridad respectiva, y uno de esos aspectos es el de Tránsito, en el cual se pueden introducir mejoras, pero por alguien que haya empezado desde ser Agente pie a tierra, y en dicha condición haya aguantado lo que en campaña.
     Polvo, hambre, lluvia, mentadas, cansancio, calumnias y ataques. Que además tenga don de mando, algo que sólo Dios concede por medio de la experiencia y la sicología, y no lo presta el panismo. Más aún, que conozca el Sistema por dentro, y también al Municipio, por dentro y por fuera.
    Al no conocer el Sistema, perderá con los jefes y sus posibles subordinados. Al no conocer el Municipio, conductores y peatones incluídos, perderá con ambos.
 Y si no tiene Don
de mando y sicología, perderá con él mismo, la cual es la derrota más dura para un mortal.
     No hay como la experiencia para un cargo en el que si se desempeña sin estar de acuerdo con el momento que se viva, en segundos pasará de ser un agraciado a un inútil. La experiencia la dan los años, pero vividos en una de tantas Delegaciones de Tránsito que hay en el Estado.
     No basta la buena voluntad, la cual como es bien sabido, solamente sirve para pavimentar el camino al infierno. ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “Cada noche cuenta las estrellas, / son los huesos que voy a otorgar”.

lunes, 21 de noviembre de 2016

La piedra en el zapato. Del Escuadrón Maternal.



La piedra en el zapato, azote de huleras y culebros.
Del Escuadrón Maternal.
Por Manuel Ábrego.
Dice un proverbio piadoso de los judíos, que “Dios no podía estar en todos lados, por eso creó a las madres”.
     Claro, se toma por el lado piadoso, pues El Señor está hasta en donde pensamos que no está. Incluso en los desfiles pésimamente organizados como el del reciente veinte de noviembre.
     Pero aparte del Divino Maestro, estaba también el Escuadrón Maternal. Progenitoras que marcharon al parejo de sus retoños por el recorrido íntegro del desfile, que esta ocasión se desarrolló bajo un clima clemente, pues ni llovió ni hacía calor excesivo.
     Las mamacitas, algunas remolcando con un brazo más infantes que la Marina Armada de México, cargando en otro brazo los pertrechos para quienes marchaban y para quienes remolcaban, incluso a veces jalando a un papá poco dispuesto, reforzaron a sus vástagos.
     Así fue como demostraron que ser madre es una enfermedad incurable, lo cual no se puede decir de los organizadores oficiales, pues si le echan ganas, se podrán curar de su enfermedad desorganizativa para los próximos eventos.
     Pero he aquí, que se repitió lo de años anteriores, pues empezaron tarde, dejaron enormes distancias entre los contingentes, no hubo sincronización en los tiempos de las ejecuciones de tablas, pirámides y demás.
    Se vio que mientras parte de los alumnos estaba en el parque, otros apenas salían de Flores Magón, lo que quizá se hubiera evitado de haberse presentado al menos un cerebro sincronizador de la Dirección de Educación.
     Alguien que sincronice todo lo relativo a las paradas. O sea, a los desfiles, que si al escribir usted busca en Microsoft Word un sinónimo de desfile, le dirá “parada”. No piense bien.
      Aparte de lo positiva que fue la presencia del Escuadrón Maternal, tanto los estudiantes de Bachilleres como los de las otras instituciones que ayer participaron dieron lo mejor de ellos. Como siempre, el CECYTEV se lució con sus movimientos deportivos y su caracterización de personajes históricos.
     Claro, con la tardanza de ayer, hasta Don Porfirio Díaz sintió demasiado prolongada la dictadura, al Madero se lo estaban comiendo las polillas y el campamento revolucionario ya estaba tramitando la tenencia de la tierra, por el tiempo invertido en ocuparlo.
     ¡En la torre!, dijo el buitre y siguió bailando, pero al ritmo de: “El veinte fueron estrellas: escuelas con chicas bellas, las madres con las botellas, de agua para todas ellas.
     Mamás de este Tres Valles, siguiendo por muchas calles, sus hijas de bellos talles, cual princesas de Versalles”.