La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
Del panorama electoral.
Por Manuel Ábrego.
En nuestro Tres Valles el panorama
electoral cambia, pero nunca se acaba y menos en época de elecciones.
Ya desde que el chilangazo Tarek apareció
en escena, mortales soñaban con suceder a Marcos Cano Ramos y se paraban para
que los vieran hasta en la fila de chamacas que semanalmente revisa el médico
municipal. O sea que ya trabajaban para sentarse en la Primera Silla de Tres
Valles por un periodo.
Hoy,
los que soñaban y los que no soñaban pero se hacían una chamarra, para el frío,
claro, trabajan para hacer realidad su deseo y a todo recurren. A su natural
carisma, a la gente que beneficiaron, a las promesas de un hueso, al voto
dizque duro, y asómbrese, hasta a las encuestas.
Las encuestas, las caravanas vehiculeras y
los grandes cierres de campaña, se
parecen en que ninguno de los tres es un indicador seguro de quién va a ganar,
y solamente sirven para tratar de dirigir la voluntad popular, sea con dinero,
tamales u otras dádivas, como apoyos de tiempos de desastre.
Todavía recordamos la gran campaña que
hizo Miguel Tronco, y el magno cierre que coincidió con el de Carlos Córdova
Morales, así como otros cierres de todas las épocas y todos los partidos, donde
la gente que concurría era superada en número solamente por las bebidas y los tamales.
Incluso el desprestigio hacia los
opositores, ahora penado, fue uno de tantos artilugios politiqueros para evitar
un triunfo, como fue el caso de Gregorio Murillo Uscanga, hoy diputado local, a
quien un mercenario calificó de “Candi gato” y “lacayo de Tito Delfín”.
Quizá recordando lo anterior, el votante tresvallense
analizará la muy sospechosa entrega del ex gobernador tricolor Javier Duarte De
Ochoa, quien se entrega a la Ley en vísperas de elecciones, análisis que
servirá muy bien para descartar que sea otra artimaña politiquera emanada desde
lo alto.
Retornando a las encuestas, y ahora de
acuerdo a la Ley, podríamos ver quiénes las realizan, cuál es la clase de
ciudadanos a los que se dirigen, si de verdad las autorizó la autoridad
electoral, de acuerdo a lo establecido en la Ley 577 del estado, y si aparecerá
en la página correspondiente de Internet.
Que el Partido Revolucionario
Institucional en Veracruz sea oposición, no le quita la capacidad económica
para tratar de ganarse al electorado, y en cada uno de los doscientos doce
municipios, patrocinar a un candidato con todos los recursos a su alcance,
encuestas incluídas.
Aunque
proceda con dos o tres de ellos, como la Santa Madre Iglesia Católica Romana
con dos o tres, entre sus miles de curas: inventándole virtudes que no tiene.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de: “Por eso esperaba con la cara colorada / que
arrastraras mil votos, mil votos para el PRI”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario