La piedra en el zapato,
azote de huleras y culebros.
Del laberinto de la
política y de la caballada.
Por Manuel Ábrego.
La política tresvallense es todo un
laberinto. Claro, también lo son la de Tierra Blanca, la de Tlalixcoyan, la de
Cosamaloapan y otras, pero a nosotros nos interesa Tres Valles.
Y ese laberinto es el que debe de recorrer
la caballada de todos los partidos, que en el Revolucionario Institucional está
abollada, en Acción Nacional está veloz pero flaca, y en MORENA, no existe.
Por
el PRI, se menciona a José Mateo Ortiz Ramírez, viejo agricultor al igual que Heriberto
Cano Díaz, este último hijo de don René y Luz María de Loma San Juan.
Los dos son los más firmes, tienen una
herencia de trabajo de sus señores padres, y ambos deben de luchar contra la
tendencia del Pueblo a rechazar a los líderes agrícolas y contra la
superstición de que el PRI jamás ha repetido.
Hay gente animando y hablando de otros muy
cercanos a Nelson, pero al final van a acabar como los antecesores partidarios
rojos de todas las épocas, solamente quieren convertirse en acreedores dizque
políticos del PRI y agarrar algún huesecillo en la próxima administración.
Aclaro, éso en caso de que ganara el muy
abollado Revolucionario, pero así como tratan al Pueblo sirviendo de filtros a
Nelson, y con la forma que tienen de llevarse con la prensa independiente a la
que incluso amenazan ahorita que tienen un carguito en Palacio, hay que ver.
Dudo que lleguen siquiera a la cocina del
Palacio, por mucho apoyo que tengan de Xalapa, de Barcelona o de Nopaltepec.
Existen mortales que demuestran interés mercenario por la esposa del extinto
Florentino, del Poblado Tres para que sea algo en Palacio. Sueños guajiros.
Lo malo del asunto es que con la muerte
de Tino y la de Francisco Rivera José, los chinantecos se quedaron sin caras,
pues Margarito Tomás Miguel no está en esencia y en presencia, Vicente Valor y
Olegario Manuel a la fecha no muestran su liderazgo, y los otros no lo tienen.
Con respecto al Partido Acción Nacional,
va recio, con buen jinete, pero el caballo está flaco, hasta se le ven las costillas
y con una guadaña iba a parecer la representación de la Muerte, pero equina.
Existe el peligro de que si el PAN se va
solo, no saque ni la mitad de los votos del PRI, pues de lo visto en la pasada
elección, podría decirse que el Comité combinado con el doctor José Manuel
aportó el cuarenta por ciento de los votos.
Por lo consiguiente, la casa de Campaña
con los regidores Hilario y Ocampo aportó otro cuarenta por ciento y el PRD el
veinte restante. Si no hay un intento del galeno por ser lazo de unión, detalle
que jamás haría el Comité, la debacle está anticipada.
Y falta que si la Alianza sigue hasta el
dos mil dieciocho, el PRD presente su proyecto, lo que modificaría la planilla
de quien quiera que sea el ungido del PAN, y más aún, si se respeta la igualdad
de género.
Lo anterior ocasionaría que podría ir una
mujer de síndica en la fórmula por parte del PRD si el PAN pone candidato a la
alcaldía, y desde luego, los prospectos para ediles por el amarillo bilis,
quizá femeninas.
También la presencia de personajes obscuros
que ya han sido ediles podría alterar la planilla, pues a fuerza iban a querer
ser al menos regidores, lo que quizá alterara el pensamiento de los que ahora
se sienten seguros en el PAN.
De los demás importantes y que no son
ocasionales en política, solamente don Valentín Reyes López queda en duda, pues
el mandamás del PRI en Tres Valles anda pregonando que nunca llegará a la
candidatura, y en el PAN son muy viscerales para readmitirlo en su simpatía.
En cuanto a MORENA, existe una tendencia
entre la población tresvallense para no asimilar la idea de que el Palacio Municipal
se llenara de quienes no fueran jarochos por los cuatro costados. Al tiempo.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de: “Caballo de tres colores, parchado y lleno de vendas,
/ desde antes del diecisiete, ponte a repartir despensas”.
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