En el penúltimo año,
avanza la destrucción citadina ante la ceguera oficial.
*Ni siquiera en palacio se
realizan reparaciones.
Manuel Ábrego.
Tres Valles, Ver. En el
penúltimo año de la presente administración municipal, avanza la destrucción
citadina ante la ceguera oficial.
Aumentan los baches, desaparecen los topes
tan necesarios en algunos cruceros, se toleran los huecos peligrosos en el
pavimento y para colmo, ni siquiera en palacio se realizan reparaciones al
piso.
Si no fuera por elementos de la Delegación
de Tránsito a cargo de Agustín Valadez Regueyra, los eternos baches se hubieran
reproducido en grande. En la confluencia de las calles Emiliano Zapata y Flores
Magón, en el Primer Cuadro, la pasada administración permitió que desapareciera
el tope.
A pesar del riesgo que representa el que
autobuses y motociclistas pasen sin respetar la preferencia y puedan ocasionar
un accidente, el mencionado tope no se ha rehabilitado.
En fechas recientes, ciudadanos
conscientes cubrieron con una rejilla donada el hueco ubicado en Cuatro Caminos
y taparon ahí mismo los baches con cascajo, evitando daños tanto a peatones
como a vehículos.
Pero el colmo es el piso del Palacio
Municipal, el cual también la administración anterior dejó que perdiera algunas
losetas, y en la actual el número de las rotas o desprendidas aumenta.
Respecto al Puente Salado de la avenida
Presidentes de México, la época de aguas sigue haciendo su labor al deslavar el
material de soporte, y aumenta cada día el riesgo de un accidente.
Ni siquiera Protección Civil ha tomado
cartas en el asunto, si bien al ser una dependencia que permite los enjambres
de abejas en la ciudad, poco se puede esperar de su actuación en otros riesgos.
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