La piedra en el
zapato, azote de huleras y culebros.
De los intentos
por perpetuarse.
Por Manuel
Ábrego.
Para algunos mortales tresvallenses, es
doctrina de vida aquella frase de un poco recordado periodista, “El Tlacuache”
Garizurieta, que decía que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
La han tomado de tal modo como centro de sus
vidas, que han hecho lo posible por sindicalizarse si trabajan en el
Ayuntamiento, o de tratar de que el partido gobernante se perpetúe en el mando,
e incluso como algunos ex panistas, que traicionaron a su partido con tal de
seguir pegados a la ubre.
A su vez por aplastante lógica, el partido
gobernante usa todos los medios por perpetuarse a su vez en el poder, y como en
el caso actual, siguiendo las estrategias que dicte la cúpula de Xalapa, todo
sea por conseguir el voto de los necesitados, o de personas de facciones
diferentes y hasta opuestas.
Vemos en Tres Valles que taxis de CODECI
traen propaganda del priísta Héctor
Yunes Landa, y son opositores de los priístas sitios de taxi antiguos de esta
ciudad, a grado tal que a veces ya no sólo levantan pasaje en su sitio original
al otro lado de la vía, sino que ya lo hacen en el interior de la ciudad.
Pero se manifiestan priístas. Algo les
han de haber prometido, como parte de una táctica para ganar votos con
denominación y enunciado sencillo: “Haz lo que te dé la gana, pero vota por el
PRI”.
No es un caso único, sobran quienes llenan
las banquetas de mercancía en un afán de vender más, o las colman de materiales
para construcción, y otros casos similares de transgresión si no a las leyes,
sí a la convivencia ciudadana, detalle
que de por sí está olvidado en Tres Valles.
Y asombraos: un contacto de Xalapa informó
que se contempla no aplicar infracciones de Tránsito en la época electoral, o
perdonarlas hasta cierto grado. Hay que ver lo que se hace por ganar votos.
La semana pasada, el dirigente del
tricolor en Tres Valles, Andy Muñoz organizó en la Colonia Obrera del ingenio
una “reunión de amigos” con comisariados ejidales y otros sectores, en la cual
se ofreció apoyarles “tan pronto gane Héctor”, según dicho de testigos.
La lucha no se limita a dichas reuniones,
la alcaldesa de Cosamaloapan, Adriana Maas, el ex líder cañero Vicente Reyes, el
dirigente obrero David Carvallo Cano y otros personajes han visitado en
conjunto a integrantes de la campaña de Héctor para solicitar apoyo para Pedro
Montalvo.
Otra forma de llevar el proceso
mencionado, es a decir de observadores locales, el patrocinio de otros
candidatos que son abanderados de partidos segundones como el insepulto Partido
del Trabajo, Encuentro Social, AVE y
similares.
Aclaro que son suposiciones, pues no lo van
a pregonar por razones obvias. Incluso hay gente extrañadas de la súbita
bonanza de MORENA, conocedores de la austeridad cercana a la tacañería de
Andrés Manuel López Obrador.
Alegan que de repente les salió dinero
para pintar bardas a discreción, cuando antes el de Tabasco solamente daba la
propaganda y una bendición especial para salir a las pintas y a las pegas.
Podría ser que no fuera únicamente por el
poder como herramienta, sino por el poder como único fin. Poder oficial, desde
luego, que ayudaría en Tres Valles al poder extraoficial de todo el estado a
controlar el corredor que es a la fecha la unión de Tamaulipas, Veracruz y
Tabasco.
Por sus vías de comunicación, Tres Valles
es parte muy importante de ese corredor, Veracruz es la más importante, y sería
una gran derrota para el PRI perder el control sobre el corredor mencionado.
Las despensas y otras dádivas serían una
de tantas tácticas para que el tricolor ganara la gubernatura, si bien la más
efectiva sería la impunidad de todos tamaños.
Desde la que permitiera al funcionario
hacer lo que quisiera sin sanciones, hasta la que permitiera al ciudadano
menor, al común y corriente, al de la calle, hacer lo que quisiera sin
sanciones, a cambio de votar por el PRI.
Eso sí, el mejor síntoma de que sigue
vigente sería una derrota aplastante de la oposición, pues en Tres Valles que
el Revolucionario ganara por dos mil votos o menos, sería una derrota para ese
partido.
¡En la torre!, dijo el buitre y siguió
bailando, pero al ritmo de “Impunidad, hasta dónde nos vas a llevar”.